Desde sus inicios, las patatas Pringles han sido vistas como un 'snack' un poco más sofisticado que el común de las patatas fritas. De hecho, su precio es más alto incluso que una bolsa de patatas artesanales. Pues esta semana, según publica la BBC, el Tribunal Supremo británico ha dictaminado que este producto con packaging en forma de tubo no son patatas fritas. Sí, lo que lees. Según la sentencia del tribunal, este aperitivo tiene una “forma artificial” y sólo posee un 42% de patata. Vamos, que la pasta con que se fabrica tiene cualquier cosa menos patatas.Lo peor de todo es que esta sentencia ha sido solicitada por la propia Procter& Gamble (P&G) para ahorrarse unos cuantos millones de libras producto del IVA del 17,5% que la ley británica fija para los productos hechos de patata.
La empresa ya había apelado anteriormente al VAT and Dities Tribunal (Tribunal del IVA y otros impuestos) aduciendo que su producto no debía pagar este impuesto, ya que su envase era en forma de tubo, contenía harinas y se deshacían en la boca, cosa que no podían conseguir las otras marcas de patata frita. Por esta razón, la empresa argumentó que las Pringles no son patatas fritas sino un "pastel" o "galleta", todo para no pagar el impuesto correspondiente. Finalmente el Tribunal Supremo británico accedió a los argumentos presentados por la empresa y ha dictaminado que las patatas Pringles no son un producto fabricado a partir de patatas, situación que les exime de pagar el abono de impuestos según la ley del IVA de 1994.
A partir de ahora no pagarán este impuesto pero su producto ha sido devaluado gratuitamente. Todo justo ahora, en tiempos en que "lo natural es mejor, más rico y más sano". Como consumidor de este producto, creo que en términos de imagen, la jugada le costará el doble del dinero ahorrado a P&G. Ahora, muchos consumidores sabemos que lo que menos contiene este tubo son patatas y nos pensaremos dos veces a la hora de comprar este producto. La noticia ya se ha replicado en cientos de blogs , con el daño que esto conllevará para su imagen de marca. Seguro que por ahorrarse un dinerillo en impuestos tendrán que invertir el doble en comunicación y marketing para reparar los daños y volver a convencernos de que su producto son patatas y no una masa de harina de maíz, fécula de trigo y harina de arroz junto a grasa, emulsionante, sal y otros sazonadores.
Publicado por Byte en 3:17 p. m.
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4 comentarios:
Lo que me cuesta de creer es que todavía quedaséis gente convencida de que cuando comiáis pringles, comías patatas fritas.
Yo al menos creía que tenía mínimo un 60% de patatas...jo, pero un 42% me dejó asombrado
Hombre... eso de que sólo se ahorraban unos dinerillos...un 17,5% da para bastante...no?
Pero me ha gustado mucho tu post!
Un buen ejemplo de cómo echar por tierra la reputación de la marca! sobre todo en lo que se refiere a la "comida sana"!
ufa!! con lo que me gustan las pringles!! son las más ricas de todas! y me vengo a enterar que no son patatas... ya nada es lo que parece...
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